Chaiselongues

CHAISELONGUES, A MITAD DE CAMINO ENTRE EL SOFÁ Y LA CAMA

Existe un producto muy apreciado que se integra de manera ideal en la imaginación entre el sueño y la vigilia, entre la cama y el sofá. Se trata de la chaiselongue, o como también se la llama en francés, la dormeuse, una palabra de suave y dulce sonoridad que evoca siestas restauradoras o momentos íntimos de lectura en relax total. La chaiselongue se caracteriza generalmente porque permite tumbarse apoyando el tronco en el respaldo y el reposabrazos, y es además un objeto de gran impacto estético en el salón cuando se combina con el sofá y completa la esquina de la sala de estar. Del mismo modo, una chaiselongue en el dormitorio puede decorar un dormitorio amplio. La chaiselongue es un tipo específico de asiento que realiza una serie de funciones: la lectura, el sueño, el descanso o el recreo, todas ellas con el rasgo en común de satisfacer un profundo deseo de bienestar.

LA CHAISELONGUE, UN PRODUCTO ICÓNICO CON MÚLTIPLES CARAS

La chaiselongue es sin duda un objeto muy icónico que tiene sus raíces históricas en el triclinium romano utilizado en su época para hacer las comidas. Cada chaiselongue Flexform es un producto único. Posee una fuerte personalidad y puede tener diferentes características en función de los distintos gustos y necesidades. Hay chaiselongues de apariencia esencial, fina, casi escultórica, como la refinada chaiselongue Air, que se inspira, ennobleciéndolas, en las tumbonas de las cubiertas de los barcos de crucero, o Helen, con una sinuosa estructura de metal embellecido por el trenzado de cuero, el mismo que también encontramos en la butaquita y la banqueta Helen. De aspecto más contemporáneo y de una extrema comodidad y elegancia son las chaiselongues Happy y Feel Good, de cojines mullidos y elevadas sobre el suelo, con un aire etéreo. Asimétrica y con una original estructura en forma de concha es la chaiselongue Zeus, una pieza de diseño marcado y extremadamente sofisticado. La chaiselongue Nonnamaria es, en cambio, más retro, con un mullido y curvilíneo reposabrazos, para los amantes de un estilo más propenso a los códigos estéticos del clásico sofá familiar. En definitiva, Flexform ofrece a cada uno su chaiselongue, o su dormeuse, si se prefiere.