El Salón del Mueble de Milán, todavía hoy la feria internacional más importante dedicada a la decoración y el diseño de interiores, nace en 1961 gracias a un pequeño grupo de empresarios visionarios y perspicaces procedentes de la cercana Brianza.
Desde el principio, los propietarios de la empresa han comprendido la importancia de contar con la colaboración de los maestros del diseño: desde Achille Castiglioni a Antonio Citterio, intuyendo la poderosa fuerza expresiva del diseño del stand y el inmenso valor persuasivo que el entorno genera sobre el producto, al resaltarlo y comunicar los valores de la marca a una audiencia que, con el tiempo, se ha vuelto cada vez más internacional. Cada año, minoristas, arquitectos y diseñadores de interiores de todo el mundo acuden al espacio Flexform en el Salón de Milán para ponerse al día de las innovaciones, las intuiciones, los materiales, los colores y las formas que caracterizan la nueva colección. También la Feria del Mueble de Colonia, en Alemania, la segunda en importancia después de la de Milán, ha contribuido desde los años setenta a captar la atención del exigente público más allá de los Alpes, que sigue siendo hoy uno de los mercados más importantes de Europa.