Una buena o una mala historia dependen de la forma en que se cuenta. La historia de FLEXFORM nació con buena estrella.

La empresa comprendió enseguida la importancia de la imagen y la comunicación, y en 1969 encarga el diseño de su logotipo a Pino Tovaglia, un arquitecto y diseñador gráfico, además de espíritu visionario (creador, entre otros, de las marcas de Pirelli y Alfa Romeo).

Se publican en las revistas las primeras campañas publicitarias. Son los años en los que Andy Warhol y el Studio 54 inspiran a los creativos de todo el mundo y, bajo este signo, los colores, las formas y una vigorosa energía positiva impregnan incluso los folletos, catálogos y campañas de FLEXFORM. 

A partir de los años 80, el relato del elegante universo de Flexform da un giro bajo la dirección artística de Natalia Corbetta hacia la intensa expresividad de las fotos en blanco y negro de las campañas publicitaria, todas ellas firmadas por grandes maestros de la fotografía como Aldo Ballo, Gabriele Basilico, Gianni Berengo Gardin, Giovanni Gastel, Gian Paolo Barbieri, Maria Vittoria Backhaus, Mario Ciampi o Fabrizio Ferri, que aportan una dimensión narrativa única y original. 

A partir de 2015 FLEXFORM desplaza el relato de la marca de la calidad de la producción a la calidad de vida, del producto a la experiencia que se obtiene con el producto. En resumen, to turn a house into a home es la emoción que la empresa desea compartir con su público. Campañas de prensa, de vídeo, digitales, redes sociales, catálogos y eventos: todos los instrumentos creados por la empresa se combinan para conformar la percepción correcta de la marca, para llegar a un público cada vez más amplio, en Italia y en el mundo. El eslogan Home at last (por fin en casa) que preside toda su comunicación actual es un mensaje que resume el valor del regreso al hogar como la culminación de nuestra jornada, pero también implica el sentido de "hogar concebido como el sueño de toda una vida".

"El proyecto de una casa es el proyecto del sueño de una vida para el cliente." Antonio Citterio

Con la introducción del color en las fotos y del concepto Home at last la empresa crea universos de sentido en los que cada uno se encuentra a sí mismo por afinidad y por compartir lugares, situaciones, sensaciones a través de un relato que busca una relación con el público. A la construcción de alto impacto estético de la imagen se añade así el valor del significado. El cliente y su experiencia es lo que están en el centro de atención. 

"Estamos trabajando en continuidad con el pasado, manteniendo muy alto el nivel de calidad de nuestra comunicación. Seguimos rodeándonos de fotógrafos de carácter intenso para nuestras campañas de publicidad, de creativos que piensan en clave "glocal" y de directores capaces de emocionar a nuestra audiencia transmitiendo los valores de la marca en los vídeos. Nuestra marca pertenece a la esfera de lo deseable, y la capacidad para contar historias es sin duda el laboratorio de pruebas en el que juega el futuro de la comunicación".